Por Juan Tomás Valenzuela
A Don Gato y su pandilla
los tienen acorralados,
la Junta por este lado,
los gringos por la otra orilla,
y Danilo y su cuadrilla
fuñendo desde Palacio.
No tiene ningún espacio
por donde salir a flote
y va a armarse un despelote
si no lo llevan despacio.
A la gente de la Junta
se les paró como un gallo,
diciéndoles que era un fallo
imponerle esa coyunta.
Y yo vuelvo a la pregunta:
¿Que plan hay con el león?
¿Impondrá su condición
de ilustre predestinado,
o quizás, por otro lado,
le impondrán una sanción?
El presidente Mejía,
hoy aliado de Danilo,
con su peculiar estilo
salió a decir tonterías.
Defendió con ironía
la posición de la Junta,
prohíbiendo cualquier coyunta
o marcha proselitista,
que no sea la danilista,
o una agrupación adjunta.
Con su mirada de loco,
Hipólito, desbocado,
dijo sentirse confiado
que la Junta, poco a poco,
no les haga un zaperoco,
como Roberto Rosario,
que desfalcando al erario
como un vulgar vagabundo,
dejó enredáo a tó el mundo
con ese fraude sumario.
Leonel tá tirao al ruedo
y contra viento y marea,
se va a enfrentar al que sea
para superar sus miedos.
No hay ni doctrina ni credo
que lo lleve a claudicar.
Quien lo quiera cuestionar,
que le tire por guasá,
que Danilo ni “Papá”
lo podrán amedrentar.
25 junio 2018